XLxos principales desafíos que plantea la ampliación de la UE no son de tipo económico, como sostienen gran parte de los análisis, sino ante todo políticos. En términos económicos la Unión sólo incrementa en torno a un 5% su PIB (algo más de la mitad del de España), aunque añade casi el doble de la población de nuestro país y un mosaico de diversidades: lenguas, historias, culturas, tradiciones, desarrollos económicos, estructuras económicas y sociales, minorías, organizaciones políticas y sociales, etcétera.

El 1 de mayo, la UE experimentó la mayor ampliación de toda su historia, a 10 nuevos estados: cinco antiguos estados de la órbita soviética del Centro y Este de Europa, tres miembros de la extinta URSS y dos pequeñas islas del Mediterráneo (Chipre y Malta).

Esta ampliación inaugura un proceso permanente de incorporación del conjunto de Europa --"una Europa"-- y supone, además, el fin de una noción de Unión Europea, la diseñada a retazos a través de las distintas conferencias intergubernamentales por los que estaban dentro, por sus miembros de hecho. Se vislumbra el comienzo de la aplicación de la noción de "una Europa", a través de la aplicación de un nuevo diseño completo de Europa, el recogido en la Constitución europea, redactada entre todos los que quieren participar en el proyecto político, presentes en la Convención Europea.

La unificación del conjunto del continente europeo en torno al modelo de la Unión se produce a partir de la ampliación actual, del paso de 15 a 25 miembros en este momento y posiblemente a casi 40 en los próximos años. Así otros tres candidatos --Bulgaria, Rumanía y Turquía-- continúan a diferente ritmo distintos procesos de adhesión que se prevé que culminen en los próximos años. Croacia presentaba el año pasado su solicitud de adhesión, Macedonia también hacía lo propio el 22 de marzo pasado y Bosnia-Herzegovina, por su parte, anunciaba su solicitud a lo largo del 2004. En paralelo no se descarta el interés por adherirse de otros estados desarrollados, como los miembros de la Asociación Europea de Librecambio (EFTA).

En este proceso político de ampliación permanente que no ha hecho sino comenzar lo relevante es la política, esto es, los retos que se le presentan a la Unión Europea en términos de gobernabilidad, de funcionamiento de las estructuras institucionales, de cohesión económica y social, de mayor dimensión y, por tanto, mayor responsabilidad internacional. La otra incógnita es ver en qué medida se fortalece la participación política regional, teniendo en cuenta que los estados que entran, en su mayoría, son estados unitarios.

Las incógnitas de la ampliación encontrarán su resolución en el seno de la Constitución europea redactada por la Convención, en la cual se sentaron también los representantes de los candidatos. La Constitución abre el camino a una mayor participación de las regiones con competencias propias en las decisiones comunitarias. Así, requiere que se les consulte en la fase de preparación de la legislación, prevé la participación de las cámaras legislativas regionales en el procedimiento de alerta precoz de cumplimiento del principio de subsidiariedad y la posibilidad de que el Comité de las Regiones acuda al Tribunal de Justicia en caso de violación de la subsidiariedad.

En todo caso, hay que considerar que un número mayor de estados favorece el federalismo y el federalismo asimétrico europeo, dado que la construcción europea es una estructura política multinivel, donde las regiones con competencias propias tienen el suyo propio. Así, algunas regiones constitucionales serán más fuertes que algunos estados por su mayor entidad política, económica y social y por su mayor capacidad de influir en la toma de decisiones. El federalismo internacional y el federalismo subestatal no son más que dos caras de una misma realidad. Con la ampliación la asimetría se acentuará en todos los campos y también en la propia estructura política de la Unión. Las regiones constitucionales de la Unión así se ponen de moda y la nueva realidad política del Estado plurinacional español adquiere su dimensión plena en el seno de "una Europa", reforzando el federalismo asimétrico.

*Catedrático de Relaciones Internacionales y decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid