Mayo no sólo ha sido el mes de Cáceres; ha sido también el mes del ferial. Y esto es así por tres razones. La primera, porque ha resultado clave en la celebración de cuatro actos ciertamente multitudinarios: el Womad, Extremúsika, el concierto de anoche de Andy & Lucas y la inminente Feria de Mayo. El recinto, gracias a su amplia capacidad, es el más idóneo para acoger este tipo de acontecimientos, todos ellos curiosamente marcados por actividades que están relacionadas con el tiempo libre.

La segunda razón es que el ferial ha vuelto a ocupar el primerísimo plano de la actualidad cacereña tras darse a conocer la decisión de la jueza de archivar la denuncia formulada por siete hosteleros contra el alcalde y el edil de Juventud, por considerar ilegal que la adjudicación el pasado verano de la pista de verano se realizara sin concurso público. El tercer motivo es la reclamación social, cada vez más insistente, de buscar una alternativa al ocio nocturno. El ferial parece un lugar que puede tener éxito pero el ayuntamiento debe adoptar, ya, las medidas necesarias para garantizar que la sociedad cacereña pueda disfrutar de su ocio en condiciones dignas. Y para eso hay que adecentar el entorno y darle alternativas.