El líder de los socialistas extremeños y expresidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara , sorprendió el lunes por la tarde con unas declaraciones a la periodista Nieves Herrero , en 13 Televisión, en las que aseguró que el Duque de Palma, Iñaki Urdangarin , lo telefoneó hasta en dos ocasiones para pedirle que "reconsiderase" su negativa a un proyecto para construir una planta termosolar en la comunidad autónoma. Las palabras de Vara han provocado, lógicamente, una cascada de reacciones y ayer el propio Gobierno extremeño, a través de su vicepresidenta, Cristina Teniente , exigió a Vara que aclarara los términos de esa conversación y diera a conocer el nombre de la empresa para la que el Duque habría pedido la mediación del Ejecutivo extremeño. Horas después fue el propio responsable socialista el que quiso zanjar la polémica asegurando que nunca se sintió ni influenciado ni presionado por el marido de la Infanta Cristina para autorizar el permiso, que fue denegado, a una termosolar en Navalvillar de Pela.

Aunque Vara dijo que sus declaraciones se han utilizado de forma interesada, lo cierto es que minutos más tarde, su compañero de filas y también expresidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra , apuntó a Onda Cero que si a él lo hubiera llamado Urdangarin "tampoco lo hubiera contado ahora para hacer leña del árbol caído".

Y es que la polémica suscitada por Vara deja en el aire varios interrogantes: ¿qué ha querido decir con estas palabras el anterior presidente extremeño: que el duque presuntamente lo coaccionó, que el duque buscó presuntamente algún tipo de trato de favor al ser el yerno del Rey, o simplemente Vara lo apuntó como inocente anécdota sin mayores pretensiones?

Sea como fuere lo que parece claro es que el expresidente extremeño ha pecado de falta de rigurosidad teniendo en cuenta la incómoda situación en la que se encuentra Iñaki Urdangarin. Fernández Vara no ha sabido calibrar la incidencia y trascendencia que unas declaraciones de este tipo pueden causar en un país donde el papel de la monarquía está en entredicho tras la implicación del duque de Palma en el 'caso Nòos".

Debería Vara haberse percatado de que el 'caso Nòos' es extraordinariamente delicado como para frivolizarlo, pues este tipo de cuestiones no se airean en un plató de televisión: si hay dudas se ponen en conocimiento de un juez, si no, ni se comentan, porque es fácil disparar al muñeco al que todos lanzan sus balas, lo malo es que el tiro te salga por la culata.