Si en estos momentos hay en España unmal compañero de viaje empresarial esel presidente de la CEOE, Gerardo Díaz

Ferrán, cuyas empresas están en quiebrao disueltas por orden del Gobierno, como la aerolínea Air Comet o la aseguradora Mercurio. La mala situación de lasempresas de Díaz Ferrán afecta, y de lleno, a los autobuses públicos de Cáceresporque es dueño de su concesionaria,

Busursa, que a su vez es accionista de laaseguradora disuelta. En los últimosdías se ha sabido que Busursa está enventa. Es lo mejor que le podría pasar enatención al servicio público, a sus trabajadores y al ayuntamiento. Si una empresa solvente se hace cargo de Busursa,ninguno de los tres mencionados severía afectado por el cambio de propietario, pero si no se vende y se ve arrastradapor la deriva de las empresas de Díaz Ferrán y quiebra, los cacereños tendrán unproblema por mucho que la alcaldesatrate de enviar un mensaje de serenidady de asegurar que, en el peor de los casos, el ayuntamiento se haría cargo delservicio. Con eso ya se cuenta: la ciudadno puede quedarse sin autobuses urbanos, pero la asunción de la empresa habría de ser, cuando menos, un quebradero de cabeza, además de un quebranto económico. Y no está el consistorio

--como ninguno de España, en eso nohay excepciones-- para que le echen máspeso encima.