A mediados del mes de junio de 1931 --sólo dos meses después de proclamarse la II República-- y durante la celebración de una Asamblea Constituyente organizada en la Casa del Pueblo de Madrid, nacía, originaria de la Agrupación General de Maestros, la Federación Nacional de Trabajadores de la Enseñanza de UGT (FETE-UGT).

Celebramos por tanto este año el 75 Aniversario de nuestra Federación. Una organización sindical que ya en sus inicios apostaba fuerte por la dignificación del colectivo docente, lo integraba dentro del movimiento obrero y le animaba a luchar por sus reivindicaciones en un momento histórico en el que el servilismo impregnaba a otras asociaciones profesionales.

Echando la vista atrás y haciendo un breve recorrido por estos 75 años de historia, comprobamos que buena parte de los planteamientos que hoy defendemos, están basados en los postulados que las compañeras y compañeros de FETE defendieron en el primer tercio del siglo XX. Postulados que, a través del tiempo, permanecen como señas de identidad de nuestra federación.

Tanto es así, que hoy al igual que entonces seguimos comprometidos con la mejora del sistema educativo. Entonces se luchaba con firmeza por erradicar el analfabetismo, exigiendo la construcción de más de 30.000 escuelas; se organizaban clases en las casas del pueblo; se editaban revistas, e incluso, en los peores tiempos de la guerra civil, las afiliadas y afiliados de FETE participaron activamente en las brigadas culturales y colonias infantiles , ayudando en la difícil tarea de educar a todo aquél que lo necesitase.

Hoy, estamos comprometidos en la construcción de un sistema educativo que sea integrador y solidario, un sistema que aporte los apoyos y materiales necesarios para que la calidad y la eficiencia también estén presentes en la educación.

La FETE nació sólo dos meses después que la II República y este hecho, sin duda, condicionaría mucho los primeros pasos de esta federación. La República tuvo entre sus objetivos acercar la educación a todos. Había que erradicar en lo posible los altos índices de analfabetismo de la sociedad española de la época, y, para conseguir el éxito en dicha tarea, era imprescindible contar con una amplia y preparada red de profesionales de la enseñanza.

Las maestras y maestros republicanos se convirtieron pronto en todo un referente para el resto de colectivos, entre otros motivos, por la entrega y dedicación que mostraron siempre a la hora de ejercer su profesión. Tal fue esa dedicación, que en pleno período bélico muchos fetistas se ofrecieron para dar clases y conferencias a los milicianos.

Por esa dedicación mostrada a lo largo de los años, no debemos olvidar que esta organización sindical siempre ha tenido como principal objeto la defensa de los trabajadores de la enseñanza. Una defensa que se ha ido adaptando a las necesidades de cada tiempo. De este modo, en los inicios del siglo XX, este sindicato reivindicaba retribuciones dignas que les equiparasen con el resto de funcionarios; un perfeccionamiento que les ayudase a mejorar profesionalmente y casas en los municipios que les permitiesen vivir con dignidad.

Reivindicaciones todas ellas que, por mucho que nos sorprendan hoy, no eran más que el claro reflejo de las necesidades a las que debía hacer frente este colectivo. Terminada la guerra civil, tanto las siglas de FETE, como quienes las defendieron con orgullo y valentía, sufrieron durante un largo periodo de la historia la dureza de la represión y el exilio. La FETE fue acusada de todas la iniquidades imaginables, y aún así continuó desarrollando su labor educativa y cultural.

Ahora, muchos años después, seguimos reivindicando mejoras en las retribuciones y condiciones laborales, una promoción profesional acorde con la función docente, además de una formación adaptada a la multiculturalidad y las nuevas tecnologías. Retribuciones, formación, defensa y atención del más desfavorecido, han permanecido constantes en la ya larga historia de esta organización.

Celebramos nuestro 75 aniversario, y lo hacemos poniendo la vista en el pasado y en el papel que hemos jugado en la educación, lo que nos llena de orgullo y satisfacción. A partir de ahora, nos queda un largo camino por recorrer, pero la mejor forma de honrar y agradecer la labor de los que nos precedieron es seguir trabajando en el sindicalismo considerando a la educación como la mejor inversión de futuro de cualquier sociedad.

*Secretario general FET-UGT Extremadura