TAtcabamos un año sembrado de dificultades. Hemos llegado al final del año 2012 y me he detenido en pensar en lo que se deja atrás y en la incertidumbre de lo que ha de venir con el nuevo 2013, que como año horrible, merece ser encerrado en los confines de nuestras memorias, porque ha sido un año enormemente convulso, se han ido dando pasos y tomando decisiones por el Gobierno, que tenía la obligación de poner coto y aportar soluciones a una situación creada, que obligaba a intentar sortear la mayor de las crisis padecidas por este país, porque aquí ha aumentado el desempleo con una tasa de paro de un 25% difícil de soportar, cerca de seis millones de españoles no tienen trabajo y en cuanto a los que venían tirando de la economía de manera significativa, las pequeñas y medianas empresas, han acumulado desde el año 2007 una pérdida cercana a los 10.000 autónomos, que constituían un importante motor para el desarrollo, que han tenido que soportar una presión fiscal muy elevada y agravada por una notable bajada de las ventas, que tenían el crédito cerrado y una morosidad elevadísima que aumentaba cada día junto a una competencia desleal por parte de la economía sumergida.

Y ahora que pasamos el final del año, viene el nuevo abriéndose a la esperanza, sobre el que el presidente del Gobierno anuncia que aunque los ajustes están ya dando "frutos", el próximo año 2013 será un año duro. Mariano Rajoy no niega la realidad económica de España, y ha declarado que es preciso "no engañarse ni engañar" a los españoles, asegurando que la economía seguirá en "recesión" durante "algún tiempo", aunque se mostró confiado en que comenzará a mejorar a partir de la segunda mitad del año que comienza.

XAL FINAL DELx año 2012, el Rey pronunció su discurso de Nochebuena, dicen que el más corto de todos los pronunciados, y el presentado con una escenografía más cercana. El Rey, apoyado con su trasero en el borde de la mesa del despacho, manifiesta que para enfrentarse "a uno de los momentos más difíciles de la reciente historia de España", es necesario combinar la austeridad con la política fiscal más expansiva, "poner en orden nuestras cuentas" y, a la vez, generar estímulos para la creación de riquezas, así como recuperar "la política grande", la alta política que viene siendo reclamada por el conjunto de la sociedad española, que requiere que se llegue a un acuerdo o pacto de Estado entre los dos grandes partidos, PP y PSOE, al estilo de los Pactos de la Moncloa, para lo que es preciso "promover valores como el respeto mutuo y la lealtad recíproca". El Rey vuelve a "apuntar" a la necesidad de un consenso para salir de esta crisis económica e institucional.

XEL REY ESTUVOx bien, muy bien podríamos decir, y también estuvo bien cuando llamó por teléfono al presidente de Cataluña por la toma de posesión de su cargo, aunque a cambio recibió un autentico ultraje. En el acto de la toma de posesión del presidente de la Generalidad de Cataluña, Artur Mas, prometió su cargo ante un gran telón de color negro tapando la fotografía institucional del Rey, que preside el salón en su calidad de Jefe del Estado, sin la existencia en el estrado de la bandera de España y aún todavía más, el ministro de Hacienda, que representaba al Gobierno de la nación, lo sacan de la presidencia donde le correspondía estar y lo sientan entre el público, aunque en primera fila. ¡Inaudito! resulta todo esto, sorprendente y muy enojoso, por no decir de locura, y no es de recibo para el conjunto de los españoles.

De todas formas, Feliz Año 2013 para todos.