Las comunicaciones en Extremadura han sido durante años un cuello de botella que impedía el desarrollo social y económico de la región. Pero poco a poco nos vamos acercando a los parámetros en que se mueven otras zonas de España más industrializadas y ricas. A la magnífica noticia del fin de semana de que la línea internacional del AVE Madrid-Lisboa atravesará la comunidad autónoma, ayer se alcanzó un nuevo acuerdo para mejorar la infraestructura ferroviaria por la que discurren los trenes convencionales a su paso por Extremadura.

Es cierto que Gobierno y Junta tienen diferencias de criterio a la hora de marcar sus prioridades, pero en el caso del tren ha habido un entendimiento total. Atrás quedan meses de disputas y de escasez inversora. A partir del próximo año se pondrá en marcha un plan para que Extremadura tenga finalmente un tren digno. El proyecto contempla no sólo mejorar las vías, sino remplazar la maquinaria rodante y además adecuar los horarios del ferrocarril a las necesidades de los ciudadanos extremeños, para los cual ambas administraciones pondrán sobre la mesa 140 millones de euros. Madrid y Mérida caminan en este proyecto en la misma dirección y de la mano, lo cual agradecemos los extremeños.