Aunque la Ley de Financiación de Partidos Políticos prohíbe aceptar donaciones de empresas adjudicatarias de contratos públicos vigentes, sí permite que las fundaciones de las formaciones reciban donaciones de empresas que contratan con la Administración. Hecha la ley, hecha la trampa.

En aras del principio básico de transparencia política, habría que reformar la Ley para obligar a que todo partido financiado -bajo la modalidad que sea y la cantidad que sea- coloque de forma bien visible, junto a sus siglas y en su logo, la leyenda de «Patrocinado por...» y la lista de corporaciones y mecenas políticos que colaboran con su proyecto ideológico.

De este modo a los electores, que al fin y al cabo seremos los que abonaremos la factura, nos quedará todo mucho más claro a la hora de votar sabiendo quién financia qué ideas... o ¿alguien piensa que las donaciones de las empresas y/o sus dueños son altruistas y se detraen de su cuenta de beneficios?