Algunos funcionarios del Ayuntamiento de Cáceres se encuentran incómodos con el celo que pone el concejal de la oposición, Lorenzo de la Calle . Como se trata de un técnico en la materia, para más señas abogado e interventor por oposición, le tiene querencia a los papeles y no deja de fiscalizarlo todo. Es posible que se pase, pero también es verdad que en anteriores corporaciones, con concejales profanos, se vivía mejor.