TItda y vuelta pretende explotar el tema, vivir de él, conseguir audiencia a toda costa. Esta productora, obsesionada con sentar frente a la caja tonta a todo tipo de telespectadores, cuantos más mejor, sin tener en cuenta la edad, la madurez ni la estabilidad mental, presta un flaco favor a las familias y a los profesores con mensajes fáciles, falaces e irresponsables.

Esta lamentable serie denigra la imagen de profesores y alumnos ofreciendo una imagen irreal e insultante (caricaturesca) de la labor de los docentes. ¿De qué sirven las campañas de dignificación de la profesión?

Finlandia es la referencia mundial en Educación. Se respeta a todos los alumnos por igual, al profesorado y al sistema, porque se entiende que es la base del futuro.

Los ordenadores para los alumnos, las pizarras digitales, las aulas adaptadas de idiomas, de música y de nuevas tecnologías, los apoyos, los refuerzos, etcétera, no suponen suficiente inversión en Educación.

Invertir en Educación es apostar por la participación y el acuerdo, es conseguir pactos que permitan garantizar el sistema educativo para varias generaciones, es transmitir a la sociedad continuos mensajes de apoyo y respeto a la profesión docente, es proteger a nuestros jóvenes de los continuos ataques consumistas; en definitiva, dar la cara, especialmente los políticos, por quienes serán el día de mañana los que ocupen puestos de responsabilidad.

Drogas sintéticas, sexo a granel, anorexia, racismo, violencia, fiestas petting y suicidios son los temas elegidos por estos listillos sin escrúpulos, que los repiten una y otra vez a sabiendas de que todo es una bazofia, una mentira.

Quiero pensar que en nuestra sociedad, sí en la actual, existe algo más que procacidad, chabacanería, engaño y fraude que en ocasiones perpetúan a nuestros jóvenes en el limbo (como un vegetal) o, peor aún, en un mundo esquizoide que los aparta de los suyos para siempre y los traslada a un mundo caótico y desestructurado.

¿Acaso se prestan luego esas sanguijuelas televisivas y quienes lo permiten a ayudar, a tender la mano o a cuidar a quienes han destrozado? ¿Quién debe reparar el daño causado por unos codiciosos irresponsables y por unos gobernantes zotes?

Ojo, no restemos importancia a hechos que la tienen, y mucha. La audiencia (el dinero) se puede conseguir de muchas formas, aunque no todas son ética ni socialmente aceptables.

La productora en cuestión debería reflexionar si este juego en el que todo vale, al precio que sea, los colma en lo personal y en lo profesional. No vendría nada mal a Antena 3 recibir un buen suspenso y que repitiera curso.