La Consejería de Igualdad y Empleo trabaja desde hace más de un año en la implantación de un nuevo modelo de formación para el empleo, con el que nos hemos planteado atender las necesidades concretas y reales del mercado de trabajo. En este tiempo hemos avanzado en el desarrollo del Plan de Fomento y Calidad del Empleo y en el Pacto por la Formación Profesional de Extremadura. Nuestro objetivo es generar los cambios necesarios que permitan avanzar un nuevo modelo productivo para salir reforzados de la actual crisis. El camino está esbozado en el Pacto Social y Político de Reformas para Extremadura y la formación profesional tiene un papel relevante e indiscutible para poder conseguirlo.

En este contexto, el nuevo modelo de formación para el empleo nos ha permitido conseguir avances en el ámbito de la optimización y ordenación de los recursos, la reorientación de la oferta formativa o la coordinación de las actuaciones emprendidas. Al mismo tiempo, nos permite diseñar una planificación estratégica territorial y una oferta formativa proactiva, capaz de atender las necesidades formativas de las personas, las demandas de las empresas y los sectores productivos, vinculando las actuaciones a emprender a las singularidades de cada territorio.

XHEMOS PROGRESADOx en la vertebración territorial de la formación y hemos contado con la implicación de las entidades colaboradoras, públicas o privadas. Lo hemos hecho en el ámbito de los programas mixtos de formación y empleo, como es el caso de las Escuelas Taller, Casas de Oficio y Talleres de Empleo; y lo hemos comenzado a hacer con la oferta de formación dirigida a personas desempleadas, incluyendo en la última convocatoria de 2009 hasta 53 acciones de oferta programada vinculada a las necesidades de cada territorio, es decir, dirigida a capacitar a las personas en oficios relacionados con los sectores que operan en cada zona.

En esta misma línea de trabajo, merece especial mención la apuesta por la formación sectorial, con planes específicos para personas desempleadas en sectores estratégicos y emergentes que pueden generar oportunidades de empleo, y con la ampliación de la oferta también a personas ocupadas. Así como los planes gestionados por los clusters de Extremadura, para favorecer la incorporación de procesos innovadores en las empresas extremeñas. Una apuesta por la formación sectorial que en los próximos años se verá reforzada con la creación de Centros Sectoriales de Formación para el Empleo.

Como ya he manifestado en más de una ocasión en la Asamblea de Extremadura, el desafío de impulsar un nuevo modelo productivo implica renovar esfuerzos por mejorar la empleabilidad de las personas, generar nuevos puestos de trabajo, nuevas competencias profesionales en sectores emergentes y diversificar la oferta formativa. Por tanto, cobra mayor importancia la planificación estratégica de las acciones y su adecuación a las necesidades formativas detectadas en cada zona, un ámbito de actuación en el que será determinante nuestra capacidad para desarrollar una oferta programada de acciones capaz de dar respuesta a estas nuevas demandas.

En los últimos meses, hemos realizado un estudio pormenorizado, liderado por el Observatorio del Empleo, con la colaboración de las diputaciones, y contrastado con los agentes que actúan en cada territorio. Ello nos ha permitido abordar una nueva convocatoria de oferta programada de acciones formativas dirigidas a personas desempleadas, próxima a desarrollarse, en la que se realizarán 200 cursos en 98 especialidades, a realizar cada una de ellas en los ámbitos territoriales en los que se han detectado estas necesidades. Desde el SEXPE estamos convocando a todos los centros colaboradores a reuniones de trabajo para informarles sobre esta novedosa convocatoria.

Es la primera vez que asumimos el reto de realizar una oferta programada en su totalidad y necesitaremos para su desarrollo el compromiso de todas las entidades. Existe un consenso social generalizado sobre la necesidad de afrontar este desafío y, ahora más que nunca, debemos sumar voluntades y medios, administraciones, empresas y entidades sin ánimo de lucro para adecuar la oferta formativa a las necesidades reales del mercado laboral.