WLwejos de remitir la indignación que existe en el mundo musulmán por la profanación del Corán en Guantánamo, ya que nadie toma en serio los desmentidos porque se multiplican los testimonios confirmatorios de esa práctica para humillar a los detenidos, ahora todavía crece más la tensión a causa de las fotografías humillantes de Sadam Husein . La vulneración de las leyes internacionales sobre el trato a los prisioneros y del respeto a su intimidad que supone haber captado esas imágenes, confirma que Washington se esmera en dilapidar todo lo que podía haber de positivo en su victoria militar.

El recrudecimiento de los combates y atentados en Irak, unido a las violentas protestas en Afganistán, Pakistán y otros países islámicos, muestran el nivel de deterioro de la imagen de Estados Unidos ante el mundo árabe. Tras los archisabidos malos tratos y las irregularidades jurídicas, ahora las fotos de Sadam y las presiones al semanario Newsweek confirman que continúa vigente el todo vale en esa política de cenagal. La opinión pública norteamericana, que después de haber reeelegido a George Bush ya cree que la guerra de Irak no valió la pena, será la que deberá poner de un modo u otro el punto final a este estado de cosas.