WSwi Francia rechazase la Constitución europea, y ésta acabase naufragando, ¿en qué situación de ninguneo quedará España, que ya dio su al texto? Realizar el referendo español antes que los demás socios de la Unión Europea tenía la ventaja de acentuar nuestro pedigrí europeísta. Pero ahora sabemos que también comportaba un sofisticado riesgo añadido. ¿Dónde quedará España, colgada a su , en caso de que al final esa Constitución no prospere?

De todos modos, algo insuficiente tiene esta Constitución cuando interesa tan poco por sí misma que en todas partes los ciudadanos la subordinan, en el momento de aceptarla o rechazarla, a los problemas de la política interior de sus respectivos países. Pasó en España, donde la derecha utilizó el referendo para intentar desgastar a Rodríguez Zapatero , y es evidente que pasa en Francia, donde lo único seguro es que ganaría tanto el como el no en caso de que una de las dos opciones acarreara la dimisión de Chirac y Raffarin .

Tal vez el problema no es la Constitución, sino el enfoque que va adoptando el proyecto europeo. Los políticos lo han cocinado muy a su aire, exhibiendo cierto despotismo ilustrado, y ahora lo pagan con el distanciamiento popular.