AFrancisco Ibáñez Talavera (Barcelona, 16-3-1936), creador en 1958 de los personajes de tebeo Mortadelo y Filemón, no le satisfizo nada la versión de dibujos animados ("desanimados", según él). Tampoco le gustó el televisivo Sacarino. En cambio, ahora respira hondo con La gran aventura de Mortadelo y Filemón, película en que el estrambótico dúo es de carne y hueso. Ibáñez ha dicho que, si tuviera que vivir de los niños, estaría "fregando suelos", y que sus lectores son, en líneas generales, adultos. Hará falta que muchos adultos y niños vayan al cine para que cuadren los números.

Ibáñez debe a Mortadelo casi todo lo que ha sido después de trabajar a destajo en aquella editorial Bruguera, cuyos dibujantes vivían casi en régimen esclavista. A punto estuvo de bautizar a la pareja como Mr. Cloro y Mr. Yesca (con el obligado añadido ripioso, muy del gusto de la época, de agencia detectivesca ), pero ganaron Mortadelo y Filemón. Y gracias, sobre todo, a un ingenioso guión, el cómic triunfó en todas partes. En Alemania, por ejemplo, se han vendido más de 50 millones de álbumes. Allí se llaman Klever und Smart; en Dinamarca, Flip&Flop; en Suecia, Flink&Fummel; en Francia, Mortadel et Filemon; en Italia, Mortadella e Filemonna, etcétera. ¿Cómo iba a imaginar Ibáñez que aquellos monigotes (calvos para ahorrarse tinta y trabajo) iban a volar tan alto?