La lucha contra la tuberculosis bovina empieza a dar sus frutos. Los datos que ofrece la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente y que hoy publica El Periódico Extremadura en sus tres primeras páginas empujan al optimismo desde el momento en que las actuaciones puestas en marcha desde septiembre de 2015 dibujan un cambio de tendencia desde los primeros meses de 2016.

La prevalencia de la enfermedad se sitúa en el 11,5%, lo que representa ocho décimas por debajo que el pasado mes de diciembre y con el 55% de los rebaños analizado, el número de animales infectados ha bajado un 40% en el mismo periodo, lo que lleva a la Administración regional a considerar que a finales del 2016 "se consumará ese cambio de tendencia, una vez que se realice el 100% de los análisis a los 9.500 rebaños que se analizaron en 2015". Este dato exitoso viene a demostrar que las actuaciones puestas en marcha por ganaderos y cazadores, con la mediación de la administración, están funcionando y que el repunte de la enfermedad desde 2011 parece controlado.

La convivencia entre ambas actividades debe prevalecer y las empresas cinegéticas tomar conciencia de que el problema afecta a todos. Al final, la concienciación, la coordinación y el control sanitario es lo que permite luchar con una enfermedad que, ante cualquier dejación, se ha visto que prolifera de nuevo.