Este es el título de un libro espléndido de la autora americana Betty Friedan, conocida también por su anterior volumen La mística de la feminidad , mundialmente famoso y premiado, pero con éste aborda los aparentes misterios y dichos y prejuicios de la vejez y sus proximidades y cercanías. La escritora, al cumplir ella misma sus primeros sesenta años, se pregunta y pregunta, qué es lo que hace que algunas miles de personas tras seguir cumpliendo décadas, se arrumban en la cuneta, y, otras, muchas más cada vez, y es lo que a ella le interesó tan profundamente, continúan recorriendo otros caminos y posibilidades, es decir, descubre que la fuente de la edad no tiene forzosamente que secarse en un momento concreto, y que es precisamente en esta época de cada vida que infinidad de gente aborda nuevos retos.

Como el Programa Universitario de Mayores de Extremadura. En la próxima primavera del 2008 se cumplirá la primera década de su creación aquí, y aquí se celebrará. Como estoy inmersa como alumna en él, y en octubre comenzaré el quinto curso, quisiera que me permitieran decir que consta de cinco cursos, que cada uno aborda en dos cuatrimestres materias tales como Historia Antigua, Nutrición y Dietética, Química, Arte contemporáneo o Etica, por poner un único ejemplo por curso, que mantiene talleres y que existen asignaturas optativas y actividades complementarias. y esto es decir poco de todo lo que es, y que no tiene desperdicio y por lo tanto, desperdiciarlo es un lujo carísimo.

Cabemos todos los mayores de 55 años, todos, todos, incluso los que puedan recelar, porque recelar es humano. Y en esas dos tardes por semana en varias ciudades extremeñas, desde octubre a mayo, en la Universidad, se aprende y también, sobre todo, se sueña que se aprende. ¡Otra vez! No sé qué es mejor.

María Francisca Ruano **

Cáceres