Son generalizadas las quejas por la excesiva duración de todos los procesos en la Junta de Extremadura: concurso de traslados, oposiciones, entrada en vigor de las nuevas listas de interinos... y desde la Dirección General de la Función Pública, donde todo se gestiona, sólo tienen buenas palabras para su mala gestión. Hay incumplimiento de la ley por el alargamiento en todos los procesos, superior al marcado por la normativa vigente, connivencia de los sindicatos que miran para otro lado, dejadez de tribunales y comisiones de valoración, procesos estirados al máximo al servicio de los intereses del partido gobernante y los de siempre pagando el pato.

Cuando llamas para informarte te encuentras con un derroche de oscuridad e incompetencia consentida y alentada por los cargos de Función Pública interesadamente. Si llamas a los sindicatos para averiguar cuál es el motivo de que decenas de plazas se ocupen por comisiones de servicio a dedo y no podamos optar a ellas en concurso de traslados te dan largas sin explicaciones.

Sangrante es el aumento de puestos de libre designación con nombres y apellidos o la pérdida de puestos funcionariales a causa de determinados inquilinos que aparecen en la Administración con el descontrolado invento de las Asistencias Técnicas, o cuando ves a los jefes de tu servicio cómo reservan plazas para interinos afines que no consiguen aprobar ningún examen de oposición o... podría seguir contando irregularidades indefinidamente.

Aunque hemos cambiado de director general en la Función Pública, los vicios heredados se perpetúan, las buenas intenciones se corrompen, las palabras se las lleva el viento, los concursantes siguen viajando y los opositores sin trabajo continúan en la eterna espera del limbo burocrático.

Juan J. Araújo Martínez **

Plasencia