Los funcionarios extremeños deberíamos estar contentos tras el anuncio de Montero, que Extremadura podrá elaborar su Ley de Presupuestos sin estar limitada a los objetivos de estabilidad en referencia al déficit, gasto y deuda. En palabras de nuestra Consejera de Hacienda y Administración Pública, Pilar Blanco-Morales, dispondrán “de los fondos necesarios para abordar las crisis sanitaria y los efectos sociales y económicos derivados de ella”.

Es decir, si meto en un buscador tipo google, “Blanco dos funcionarios justificación pandemia”, lo primero que me sale es que un 25 de Junio de 2020 nuestra Consejera dijo textualmente en la Asamblea de Extremadura: ”la subida salarial del 2 por ciento a los empleados públicos se aplicará "cuando las circunstancias lo permitan", ya que "a raíz de la declaración de la pandemia, las prioridades de la Junta de Extremadura han cambiado".

Bueno Pilar, pues ya lo permiten, siempre y cuando el motivo fuera el que dijo en la Asamblea de Extremadura y no la mala gestión autonómica, el incumplimiento de los acuerdos regionales y nacionales, etcétera, antes de que naciera el murciélago del COVID en Asia.

Sin embargo si meto en un buscador tipo google, Vara dos, me aparece varados, que en náutica significa parar una embarcación al tocar fondo o para un negocio o trato. Pues lo mismo, Guillermo, los presupuestos ya permiten seguir con el trato que dijo no poder cumplir, por lo que tampoco tiene por qué seguir teniendo a sus funcionarios varados.

Si finalmente se cumplieran los malos augurios y nos congelasen el sueldo a los funcionarios públicos, pues alguien erróneamente ha calculado que sería lo comido por lo servido, a alguien se le ha olvidado que en nuestro caso no sería una congelación si no un recorte, pues desde el Gobierno Central se ha calculado la subida del 2% que nosotros no hemos tenido. Así que se estaría incumpliendo con el fin último de la flexibilización gubernamental para con las comunidades y sus ciudadanos, paliar los efectos de la pandemia, no la del moquillo.

Y no es que ya por sí mismo sea una injusticia que en el 95% de las autonomías se esté abonando a todos los funcionarios públicos ese 2%, pactado con Montoro pero ejecutada por Pedro y Pablo, los políticos, es que además, los funcionarios públicos extremeños hemos sido reconocido por nuestra Junta de Extremadura por nuestra labor y dedicación con toda una medalla.

Pues señores, qué quieren que les diga, ya no hay excusa para meter en el bolsillo la medalla que nos regaló algún pillo por falta de dinerillo.