XTxiene razón el presidente de la Junta cuando con motivo de su intervención en las XVIII Jornadas Técnicas de Acorex, y anticipando lo que va a ser el futuro del sector financiero en la región, se muestra partidario por una fusión de hecho entre las cajas de ahorros y las rurales, así como la necesidad de reforzar la especialización productiva de las mismas, es decir, abordar proyectos comunes para obtener beneficios derivados del tamaño, manteniendo la independencia.

Pues bien, sin ingenuidad pero con el frescor que da el tener y mantener renovadas ilusiones que nuestras centenarias instituciones nos regalan día a día, quiero participar en este apasionante debate abierto por el presidente de la Junta.

Estamos en presencia de una proposición empresarial de cooperación y redefinición del sistema de negocio mediante alianzas operativas que permitan aprovechar sinergias y mejorar la calidad, compartiendo costes pero manteniendo la independencia en la gestión y la personalidad jurídica de las entidades.

Hay numerosos ejemplos de cooperación entre cajas. Así una apuesta ganadora de las cajas extremeñas para dar tamaño al sector financiero regional es la de concentrar sus participaciones industriales. Y que tiene sentido por dos razones: En primer lugar, las economías de escala que se generarían, otorgando una mayor capacidad de compra a estas entidades. En segundo lugar, las cajas involucradas, podrán seguir participando --aunque ahora indirectamente-- en las empresas en las que están, sin sufrir los efectos perversos que tienen las nuevas normas internacionales de contabilidad: no suman a la cuenta de resultados --no se pueden consolidar-- y si restan, al consumir recursos propios. El presidente no quiere unas cajas congeladas en el tiempo. Quiere desafiar la visión determinista de la estrategia de esperar y ver que hacen los demás. Una visión en la que no hay lugar para la pasión, la ambición, la creatividad y la osadía. El presidente habla de innovación --no en el sentido habitual de nuevos productos y nuevas tecnologías--, sino en el sentido de modelos de negocio radicalmente nuevos.

El argumento central es que la innovación radical es la ventaja competitiva para el próximo milenio. Inventar conceptos empresariales totalmente nuevos. Encontrar espacios competitivos no explorados, crear nuevas fuentes de riqueza, en definitiva, hacer que la rueda de la imaginación gire más deprisa.

Las cajas extremeñas hemos entendido el mensaje del presidente. Siempre hemos tenido una amplia visión de futuro, procurando anticiparnos a los cambios mediante planteamientos estratégicos a largo plazo y nos ha permitido mantener el liderazgo en nuestra zona de actuación.

Las cajas forman parte del paisaje de cada región y son sentidas como algo cálido y propio. Son muchos los ciudadanos de cada región los que se han formado o se han visto ayudados, directamente por su caja . Y eso lo sabe el presidente, de ahí, que siempre ha mantenido un absoluto respeto por la autonomía y libertad operativa de las mismas.

Sabe muy bien que el dirigismo es un mal que cuando infecta a una organización acaba laminándola. En el sector financiero, ello equivale a una completa pérdida de eficiencia y de competitividad, valores que hay que reconocer como el mascarón de proa de cualquier buque de la flota financiera. La fórmula de éxito aplicada por el presidente ha sido libertad y autoridad sabiamente mezcladas.

En definitiva, las palabras del presidente hay que tomarlas como un aviso a navegantes en el revuelto mar de la competencia. Sólo las personas y las instituciones que aprendan a nadar en aguas paradójicas e inciertas arribarán a buen puerto. Por tanto, toca zambullirse y dar brazadas como si todo dependiera de nosotros, sabiendo que todo está fuera de control.

Si hacemos las cosas bien, nuestros colegas nos respetarán y nos admirarán... Nuestras soluciones serán buscadas activamente por la competencia. Estaremos orgullosos de nosotros mismos... Las personas con mejor futuro en el sector tratarán de trabajar en esta empresa. Los empleados dirán, sin que nadie le pregunte, que les encanta lo que están haciendo... Nuestro personal tendrá el futuro en sus manos... Se esforzarán voluntariamente, porque querrán hacerlo... Tanto los empleados como nuestros clientes tendrán la impresión que nuestra caja ha hecho una positiva aportación a su vida.

*Directivo de Caja de Extremadura,licenciado en Derecho y diplomado en

Ciencias Empresariales