THtHay un paralelismo informativo entre el fútbol y la política basado en la desmesura. Puede que la desmesura informativa sea mayor en el fútbol, porque a la postre, el resultado de un partido no nos sube los impuestos o nos retrasa una operación quirúrgica, pero hay jornadas en que la diferencia es imperceptible.

La magnificación de un menisco es tan paralela al alarde del cabreo de un diputado, como la ostentación sobre un fichaje nuevo lo es a la pretenciosa grandiosidad de una reunión entre los representantes de dos partidos políticos. Bien es verdad que sólo el fútbol cuenta con tres periódicos nacionales monotemáticos, pero las portadas de los periódicos están dedicadas casi exclusivamente a la política... o al fútbol.

Los grandes futbolistas ganan más dinero que los grandes políticos, pero la pompa de estos últimos es muy superior. Donde continúa el paralelismo es en la inanidad de las declaraciones y en su carácter iterativo. Si las preguntas de los periodistas casi siempre son las mismas, las respuestas tampoco se apartan del patrón establecido; si el resultado del encuentro es muy importante, el acuerdo al que se pueda llegar es clave para poder llegar a un acuerdo posterior que nos hará felices a todos los españoles.

Incluso en verano, que se presume que podría servir de pausa, la verborrea no concluye, y al anuncio de los fichajes y al reforzamiento de la plantilla se oponen, por ejemplo, la Diputación Permanente y las visitas a Marivent. Hay que tener el cerebro muy sereno para no dejarse arrastrar por este abrazo mediático que ahoga y atenaza, y repetir cada día, que lo que le interesa al Barcelona o al Real Madrid, al PP o al PSOE, no tiene por qué ser interesante para ti. O pereces.

*Periodista