El noveno congreso del PSOE extremeño termina sin deparar más sorpresa que el nombramiento de Federico Suárez , otrora número dos de Rodríguez Ibarra , como nuevo presidente de la formación. Hasta la fecha era un cargo casi testimonial. Ahora se pretende darle más contenido, asegura el partido, pero nadie ha especificado aún en qué consiste esto.

Quien sin duda sale reforzado del cónclave es el reelegido secretario general de los socialistas de Extremadura. Con un 98,66% de apoyo, Ibarra mantiene impoluto su liderazgo. La renovación debe ser uno de los pilares de la democracia, pero por encima de todo está la opinión de los votantes y éstos, tanto en el seno del PSOE como en el conjunto de Extremadura, consideran que no ha llegado el momento de relevar al líder socialista.

Aunque Ibarra intente desligar la secretaría general de su posible candidatura a las elecciones autonómicas del 2007, reparar en este vínculo es inevitable. Nada invita a pensar que el presidente extremeño no repetirá como cabeza de cartel del PSOE. El ha insistido varias veces en los últimos meses en que está "mejor que nunca". Y el partido, tanto desde Madrid como desde Mérida, no piensan ni remotamente en el relevo.