Presidente de NNGG de Extremadura

Hace tan sólo unos días leía sorprendido el artículo que el compañero de Juventudes Socialistas, César Ramos, escribía en este periódico bajo el sonoro título de "La segunda transición". Esperaba una lección de democracia, de ésas a las que ya me van acostumbrando otros de sus compañeros y cuya conclusión es que sólo los socialistas son capaces de defender y luchar por tan gran forma de gobierno y que los demás, sin ninguna otra explicación, pertenecemos a un mundo diferente.

Pero sin embargo, para mi sorpresa, Ramos pedía un pacto entre jóvenes para intentar solucionar los problemas que a éstos les afectan y, para mi asombro, hablaba de manera acusatoria acerca de que los jóvenes se tenían que divertir donde les mandaban, no donde ellos elegían, y que cada día era más difícil acceder a una vivienda.

¡Pues claro que sí! ¿Pero ya nos hemos olvidado de quién ha promulgado la Ley de Convivencia y Ocio que es la que señala que los ayuntamientos deben decidir y habilitar zonas donde los jóvenes se diviertan? ¿Después de 20 años no tiene nada que ver el Gobierno regional en el asunto de la vivienda cuando tiene responsabilidades de autogobierno en ésta y otras materias?

A todos nos preocupa la situación de los más jóvenes, pues aun siendo una de las generaciones mejor preparadas, bien es cierto que nuestras oportunidades se diluyen.

Nosotros apostamos por políticas que respondan a las preocupaciones de las personas que viven en sociedades que han experimentado un rápido cambio, y que se enfrentan a ellas, ya sean ganadores o perdedores.

En el nuevo mundo emergente, la gente quiere políticos que se aproximen a los problemas sin prejuicios ideológicos, y que aplicando sus principios y valores, busquen soluciones prácticas para los problemas mediante políticas pragmáticas, honradas y bien diseñadas.

Los votantes, que en su vida diaria tienen que mostrar iniciativas y adaptabilidad frente a los cambios sociales y económicos, esperan lo mismo de sus gobiernos y de sus políticos.

Estoy contigo, César, en querer una sociedad más justa y más abierta para todos, una sociedad que celebre el éxito de los emprendedores tal y como hace con los artistas y los futbolistas, y que valore la creatividad en todos los aspectos de la vida.

Trabajaremos por un futuro más prometedor para todos y hagámoslo donde se debe, en los consejos de la juventud, en las asociaciones, en los ayuntamientos, en la Asamblea de Extremadura..., dejemos el electoralismo para otros tiempos, porque todos queremos respuestas y no demagogia; porque además, los pactos son un compromiso firme y no una mera arma electoral. Para esto cuenta con todos y hablemos de esos problemas para buscarles solución, que más que una segunda transición nos traerán un futuro mejor.