En algunos artículos de opinión, como en las sentencias judiciales, lo importante, lo esencial, está al final y todo lo demás son hojarascas y justificaciones. Y lo entiendo en una sentencia, porque el juez tiene que argumentar sobre lo que finalmente va a dictaminar, pero, como articulista, me parece una pérdida de tiempo andar distrayendo al personal con artificios innecesarios y que nada tienen que ver con la sentencia final. En mi pueblo se decía ir al grano .

¿Un ejemplo? "Entre el cambio y los nuevos tiempos (ver el Periódico Extremadura del pasado martes). Su autor es uno más de los que gozan de un generoso espacio para arrimar el ascua a la sardina de su interés político, pero eso sí, dando muchos pases, porque tienen más interés en demostrar desinterés que en ir al grano . Y como este esquema lo repiten en cada ocasión, ahora no iba a ser diferente. Para decir que el cambio, el progreso, el adelanto, el futuro, los nuevos tiempos, el bien, el requetebién y el mejor imposible están en la orilla socialista y con su compi Fernández Vara , sin que nadie se lo pida se dan ellos solitos tres vueltas triunfales a la plaza, para acabar identificándose como profesores, educadores, intelectuales, consultores o carpistas de Manolita Chen . El caso es disimular.

¿Es que les da vergüenza decir lo que realmente piensan, sienten y quieren? ¿Es que les da vergüenza decir que son del PSOE? El ronroneo inicial de todos estos presuntos independientes bienintencionados, objetivos e imparciales ya está muy visto, aunque entiendo que, mientras se les deje, sigan jugando al Antón, Antón Pirulero , pero dejando muy claro que, como todos los demás, ellos también juegan su juego. Supongo que en esta réplica, se aclarará en la base que yo soy diputado, del PP, secretario de comunicación o cualquier otro apelativo que aclare que tengo un evidente interés político, porque es verdad que lo tengo, pero no más que todos esos agazapados, dispuestos siempre a saltar sobre la primera oportunidad que pasa.

Y ya puestos en faena, aprovecho para proclamar una verdad de Perogrullo: Ni el cambio ni los nuevos tiempos pueden ser liderados por los que llevan veinticinco años sin cambiar y representando los viejos tiempos. Los viejos tiempos, las viejas costumbres y los añejos vicios. Eso es como llevar a nuestros abuelos para que liguen en la discoteca.

En el panorama de Extremadura, Carlos Floriano es hoy el único que puede hablar de novedad y de cambio, porque el candidato socialista lleva muchos años aprendiendo e impartiendo viejas martingalas y es más de lo mismo, aunque pretenda vendernos el carburo como la última novedad luminotécnica.

*Diputado del PP