El 31 de marzo de 2009 el Congreso aprobó por unanimidad redactar un nuevo texto para la ley conocida como Cheque-bebé, en la que los hogares de padre que cumplen la norma, y madre que no, están discriminados por razón de género, pues si la madre cumple los requisitos y el padre no, el bebé sí tiene prestación. Y también discriminación de orientación sexual, pues en adopción de dos hombres o de dos mujeres, con que uno cualesquiera cumpla y el otro no, el bebe sí tiene prestación.

Hoy seguimos como ayer, bebés españoles sin ayuda y con ayuda, donde sus derechos se igualan, según dice la ley actual, si muere la madre. Absurdo y que apuntala lo más grave de todo: que los nuevos ciudadanos nacen con la aleatoriedad de cuál de sus progenitores cumple la norma y cuál no, para optar o no a la ayuda, e implica desde el instante del nacimiento ser ciudadanos españoles de primera y de segunda, cosa inaudita desde 1978, marcándoles con el pecado laico original de que sus padres españoles se enamoraran de sus madres extranjeras.

El partido del gobierno votó a favor el 31 de marzo (aún manteniendo su erre que erre ), porque estaba en minoría, y hubiese significado perder la primera votación desde que comenzó la legislatura, dando eco a los medios sobre este galimatías de ecuación antiprogresista. Prefirió perder la moción sobre la reducción de ministerios prorrogando hasta hoy la discriminación.

Se estrena estos días la película Invictus . Hubo una Sudáfrica con leyes que separaban bebés sudafricanos de primera y de segunda. El mundo se escandalizaba y afortunadamente aquello quedó atrás. ¿Hacia dónde vamos aquí?

Luis Miguel Caldera y ASFAMIX **

Cáceres

Asociación de Familias Mixtas.