El partido que Barça y Espanyol disputaron anoche en el Camp Nou fue el primer derbi barcelonés de la historia que se jugó en viernes. Una excepcionalidad solapada por el hecho de que el día es festivo, pero que no oculta una rareza mayor: esta semana, de lunes a domingo, habrá habido cada día un partido de Liga, con la guinda de que el jueves se jugaron cuatro encuentros de la jornada 11 (Villareal-Getafe; Granada-Atlético Madrid; Betis-Levante; y Athletic de Bilbao-Elche) y el de anoche en el Camp Nou es de la 12, una jornada que hoy sigue con la disputa de cuatro encuentros, otros cuatro se jugarán el domingo y el lunes se cerrará con el partido que enfrenta a los conjuntos levantinos de Elche y Villarreal. El Barça, por ejemplo, ha jugado tres partidos de Liga en menos de una semana.

Esto es un auténtico galimatías, que ya tuvo un precedente la última semana de septiembre y que, según se advierte desde la Liga de Fútbol Profesional, es probable que se repita en otra jornada. Rizando el rizo de esta sobrecarga de partidos, en una temporada en la que además tras su finalización se juega el Mundial, el primer fin de semana de diciembre no habrá Liga, pero sí partidos de la Copa.

El fútbol de élite dejó de ser estrictamente un deporte para convertirse en un espectáculo hace muchos años, y como tal debe someterse a unas reglas económicas. Las televisiones pagan mucho dinero por los derechos de los partidos, y es lógico que para optimizar la inversión quieran evitar al máximo el solapamiento de horarios para mejorar las audiencias, como está pasando durante esta temporada, como ejemplo el clásico que se jugó hace una semana y que se disputó a las seis de la tarde.

Pero también es lícito preguntarse si esta distribución tan amplia de una misma jornada liguera no acaba significando una merma de la igualdad de condiciones en que deben competir los equipos, algunos de los cuales ahora quedan confinados muy a menudo a jugar los lunes. A esto se suman las quejas sobre el calendario de los equipos que además disputan en Europa la competición continental. Las variables y los intereses condicionan la confección del calendario de La Liga, pero para preservar la necesaria pasión de los aficionados no debe traspasarse una línea roja que se ve muy cercana.