Lo sucedido en Barrado, independientemente del empate a 187 votos entre PSOE y PP y la broma de la normativa electoral, de dilucidar con una moneda quién va a gobernar durante los próximos cuatro años, merece un pequeño análisis.

Hubo un empate a votos para concejales, sin embargo, para la Asamblea de la Junta de Extremadura el PSOE obtiene 210 sufragios por 140 del PP, clara evidencia de que hay un trasvase de votos de la izquierda a la derecha. El peor enemigo es el que está en casa. ¿Qué ha sucedido para que se genere este malestar y el PSOE pierda unas elecciones que en teoría, estaban ganadas? El germen de todo esto nace con la plataforma que se montó en protesta por el trazado de la carretera comarcal Vera-Valle a su paso por este municipio, dando por entendido que el ayuntamiento y su alcalde no han hecho lo suficiente para evitar este proyecto.

No han querido ver que la Administración ya tenía tomada la decisión de que la carretera pasara por el pueblo o, más exacto, mejorara su trazado, porque la carretera ya atraviesa el pueblo. Por tanto, no era más que una herencia que recibía el Ayuntamiento de Barrado, la misma que recibe ahora la nueva corporación.

¿De verdad interesaba a todas las personas que participaban en la plataforma modificar el trazado, o más bien el objetivo era deteriorar la figura del alcalde?

Nunca una plataforma reivindicativa tuvo la magnífica ocasión de exponer sus quejas al presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, cuando éste recogió el premio de la Cereza de Oro que le entregó la Mancomunidad del Valle del Jerte, justo en Barrado. ¿Dónde estaban entonces los miembros de la plataforma, que no salieron a la calle a manifestar y exponer a Rodríguez Ibarra su descontento con el proyecto? Muy al contrario, algún cabecilla posó complaciente para la foto con el presidente extremeño.

Si continúan interesados en modificar el trazado de la carretera ahora que han conseguido cambiar el color político del ayuntamiento que levanten de nuevo la pancarta y vayan a protestar ante la Presidencia en Mérida.

Por último, a los que premió la moneda desearles lo mejor en su gestión. El listón les queda muy alto, los 2,40 millones de euros invertidos en cuatro años avalan la gestión de la corporación anterior.

Sergio Morán Serrano **

Barrado