Con la medida del Consejo de Ministros se garantiza las pensiones que cobran las personas que ostentan en exclusiva la custodia de los hijos en común.

Eso cuesta un dinero que Hacienda necesita cubrir con otras fuentes. Hacienda está inspeccionando a los padres separados en nuestras declaraciones de IRPF de los últimos 4 años, impidiéndonos desgravarnos de nuestros hijos, imponiendo al tiempo sanciones importantes, lo que aún engorda más las arcas estatales y reduce, al mismo tiempo, las de los padres no custodios.

Han encontrado el filón. Si en España hay 4 millones de separados y sólo se pueden desgravar al hijo común quien ostenta la custodia, lo que supone 3.550 euros al año por cada padre separado, es fácil sacar las cuentas. Ya hay dinero para hacer otras cosas, aunque lo paguen los de siempre.

El resultado: El padre separado, generalmente hombre, se ve obligado a seguir pagando la hipoteca del piso en el que ya no vive, muchas veces pensión compensatoria para su excónyuge y pensión de alimentos para los hijos. A todo esto se suma ahora la pensión para Hacienda que recoge del bolsillo de los separados.

Hasta el divorcio puedes desgravarte en declaración conjunta tus hijos, tanto la madre como el padre. Después, generalmente sólo la madre, que es quien ostenta la custodia, y es así hasta que los hijos se independizan, que viendo la edad a la que eso se hace en nuestro país, parece que va a ser de por vida.

Si las pensiones en favor de uno de los cónyuges, en detrimento del bolsillo del otro, favorecen el parasitismo de uno y la desincentivación profesional del que la paga, ahora con las medidas en contra de los padres separados, los resultados van a ser peores.

Isidro Fresneda López **

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