TEtl general Manuel Fernández-Monzón Altolaguirre ha publicado un libro que subtitula Vivencias de un general singular . Hasta la aparición del libro, y hacerse públicas algunas de sus afirmaciones, podría decirse que su biografía era bastante convencional, excepto que no todos los generales son hijos de un militar condecorado con la laureada de San Fernando. El pasado mes de mayo, por ejemplo, pronunció una conferencia en el Centro Cultural de los Ejércitos, en Madrid, bastante previsible sobre los puntos de vista de un general demócrata.

A mí, que Suárez le parezca una espléndida mediocridad y que se declare antimonárquico, y al Rey sólo le tenga cariño como persona, porque como Jefe de Estado se reserve el juicio, es algo que entra dentro del mundo de las opiniones, pero lo que me parece extravagante es que se declare "patriota vasco", en una especie de vocación tardía sorprendente. Pasarse la vida sirviendo al Ejército opresor y levantarse una mañana hecho todo un gudari, tiene que ser pasmoso y turbador. De ahí su defensa de Bildu y de negociar con ETA. Pero su entusiasmo es tanto que llega a escribir: "El episodio de la T-4 fue algo anómalo. Murieron dos personas que no tenían que estar en aquel lugar, durmiendo en un aparcamiento público". Desde luego, el delito de dormir en un aparcamiento público debería ser perseguido y juzgado por los tribunales militares, porque, claro, viene ETA a poner una de las bombas más potentes de su historia, y un hecho que podría haber sido perfectamente normal se convierte en anómalo por dos insensatos que se encontraban dentro del coche, y desde luego, no vas a pedir a los terroristas que se recorran las plantas del aparcamiento para no hacerle pupa a nadie, que bastante tienen los pobres con tanta cámara de seguridad. Singular, no: sólo extravagante.