Ayer me contó una amiga que había ido al parvulario de sus hijos pues hacían la fiesta de los abuelos. La fiesta consistía en una celebración con los niños en la que las abuelas debía llevar una tarta casera (la de mi amiga era una tarta de chuches que encantó a todos los niños), y los abuelos tenían el encargo de llevar las mejores fotos de sus nietos y exponerlos. El resultado fue una fiesta entrañable, encantadora, disfrutando toda la familia: abuelos, padres y nietos. Me alegra que se hagan estos pequeños homenajes a los abuelos que hoy en dia son un apoyo para los padres: llevan a los niños a la guardería, los recogen, les hacen de canguros incondicionales... Siempre hay cosas bonitas como esta para agradecer. Gracias a todos los abuelos.

Cristina González Herrera **

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