WEw n un Cáceres necesitado de nuevas obras arquitectónicas que hagan creíble su ´proyecto 2016´, la presentación del plan de Alvaro Siza para transformar la cantera de Olleta en el mayor auditorio al aire libre de Europa adquiere un significado especial. El insigne arquitecto portugués ha imaginado, con el aval de la Junta, una gran infraestructura cultural con 37.000 plazas, 12.000 de ellas de asiento, que está llamada a convertirse en un símbolo de la capitalidad cultural. La importancia no solo radica en la envergadura de la obra --cuya financiación está aún por concretar-- sino en la firma de Siza. Porque en la carrera del 2016, aparte del fondo, importan, y mucho, las formas. Las milenarias piedras de la ciudad monumental no son suficientes. A los ojos de Europa hay que vender una imagen de vanguardia y nuevos diseños urbanísticos que únicamente traspasan fronteras si vienen avalados por profesionales de nivel internacional, como es el caso de Siza, ganador en 1992 del Pritzker, el ´Nobel´ de la arquitectura.

Con este auditorio, ya están perfilados los grandes equipamientos culturales para el 2016. El Centro de Artes Visuales Helga de Alvear, la ampliación del Auditorio para Palacio de Congresos, el Centro de Cultura Virtual de la plaza de Santa María, el chalet de los Málaga y el centro multiusos del edificio Embarcadero, amén de la actual reforma del complejo de congresos del San Francisco y la próxima ampliación del museo, conformarán un entramado de nuevas infraestructuras de primer nivel que invitan a soñar y que, se consiga o no la capitalidad, quedarán en la ciudad para siempre.