TRtecuerda alguien la de conjeturas que se hicieron hace tan solo medio año sobre el adelanto electoral? Pues, la verdad, para que el PSOE acabase sacando 110 diputados, no hacía falta. Y lo más incomprensible del asunto es que nada obligaba a ello. Recordemos los hechos. La sonada derrota socialista en las elecciones del 22 mayo no había quebrado la mayoría parlamentaria con la que contaba el Gobierno para acabar la legislatura. Es verdad que Rodríguez Zapatero anunció antes que no iba a presentarse a la reelección, pero también su deseo de agotar el mandato, pese al griterío mediático de la derecha y los deseos de Mariano Rajoy . Sin duda, lo más honesto hubiera sido convocar al país a las urnas en mayo del 2010, tras el volantazo en recortes y ajustes, que desmentía el programa electoral con el que venció en marzo del 2008. Pero no habiendo sido así, a Zapatero le tocaba aguantar hasta el final. Eso sí, defendiendo sus políticas a capa y espada, cosa que no ha hecho.

¿Qué sucedió entonces? Pues algo de lo que Adolfo Suárez ya advertía en 1980, poco antes de que se viese obligado a dimitir, y cuando ya le pesaba un profundo desánimo sobre el carácter cainita de la política española. "Molesta mucho que yo hable de una gran cloaca madrileña, ¡pero es verdad!", confesó a un periodista. ¿Y qué es la cloaca? Pues el envenenado sistema mediático y el sinfín de rumores de la capital, que acaban provocando cosas que de otro modo no sucederían. Con esto no niego que el PP se hubiese alzado con la victoria en el 2012, pero tal vez no en medio del clima triunfal que lo ha hecho. Además, la reforma exprés de la Constitución ha jugado a favor de los populares, pues les ha brindado en campaña una coartada para esconder su anterior obstruccionismo. Cuesta ver, pues, dónde estaba el cálculo en el adelanto electoral para favorecer a Rubalcaba . Más bien lo que sobresale en todo esto es el desfallecimiento de Rodríguez Zapatero.