TGtregorio vive en la barriada de San Fernando y bebe vino de pitarra en una taberna de la Cañá que pone las mondongas como hay que ponerlas. "Estás tonto, compadre. ¿Cómo van a adecentar los barrios igual que badajoz ?, (todavía llama badajoz a eso que tiene tiendas y casino). Entonces todo sería lo mismo y viviríamos pobres y ricos de igual forma". Gregorio sabe que para comprar una casa por una millonada en una ciudad chica como Badajoz, o una de dos, o la casa se forra con mármoles o la calle se limpia de papeles. Dice que hay que marcar las diferencias y que el que vende las casas es el mismo que tira o quita los papeles.

"Hay calles para ricos y calles para pobres. Aquí y en Pekín. Hay barrios donde los perros no son de nadie y nadie les limpia las mierdas, y barrios donde los perros tienen piedegris y te los venden con bolsas para las cagadas. ¿Entonces de qué? ¿A qué viene tanto revolver las cosas?" A Gregorio le parece muy de perlas que exista una asociación que recoja perros sin amo, así se van limpiando las calles de excrementos y a los ricos se les ponen obligaciones. Yo al único perro que he paseado es a mi hijo cuando le llevaba al campo de la Federación los domingos . Luego se puso a pasear él solito y ahí sigue, paseando por Castelar a la espera de un milagro del Inem. Dice que él necesita un trabajo acorde con sus estudios. O sea, algo así como meter bolitas en una caja que es lo único que hizo bien en la escuela. Gregorio dice ser de derechas y me recrimina mi tono reivindicativo. "Las ciudades más turísticas se basan en los restos de las casas que dejaron los ricos. ¿Tú has visto alguna vez que enseñen chabolas? ¿Entonces qué?"

*Dramaturgo y director del Consorcio López de Ayala