Como si no tuviéramos bastante con la dichosa crisis, ahora aparece de repente la gripe cochina para acabar de rematarnos. ¡Quién lo iba a decir! Hace poco más de un año nos sentíamos fuertes y grandes; hoy vulnerables y pequeños.

¡Qué ironía! La ciencia y la técnica están más desarrolladas que nunca, pero no son capaces de darnos seguridad. De pronto aparece un simple virus y el mundo entero se pone en alerta, el mundo entero tiembla ante él.

Ni siquiera las sociedades desarrolladas están seguras en este mundo global. Estornuda un individuo en el último confín de la tierra y unas horas más tarde el mundo entero está constipado. Definitivamente, el planeta se nos ha quedo pequeño. El mundo es como una pequeña aldea donde todo cuanto ocurre nos afecta de inmediato, ya sea una crisis económica, ya sea una cochina gripe.

Pedro Serrano Martínez **

Correo electrónico