Escritor

Guerra exclamó ante el altar el sacerdote con ira; guerra repitió la lira con indómito cantar...". Y después recordarán, decía el soneto, que "hasta las tumbas se abrieron gritando, ¡venganza y guerra!". Bueno, pues ahora no se sabe. Un día sale Bush o Aznar diciendo que de mañana no pasa, y al día siguiente no se ponen de acuerdo. Y con la ministra que tenemos de Asuntos Exteriores todo es más complicado, porque esta pobre no sabe nada de guerras, salvo la de las rebajas de El Corte Inglés. Para ponerlo todo más oscuro, llega Clinton, que asegura que Bush no sabe lo que quiere. Bueno, ni Bush ni nadie, porque dónde coño, y perdonen la expresión, tendrá Sadam guardado el gas mostaza y, sobre todo, el armamento nuclear, que no nos explicamos cómo se guarda eso, salvo que lo tenga todo guardado en un calcetín o en un colchón.

Así que, por favor, que se aclare todo cuanto antes, porque con esta zozobra estamos como las acciones, que un día subimos y tres bajamos. Pero hay otras noticias que te aplanan. El Hoy dice que pensemos lo que queramos, pero que nos informemos. Informarnos, en dónde. ¿En el Hoy ? ¿En EL PERIODICO EXTREMADURA? ¿En dónde, Señor, si los de la ONU no dan con el gas...?

De toda esta guerra, ¿quién es el que está en su sitio? Indiscutiblemente Sadam Husein, que no mueve un músculo de la cara. El tío está tan ancho, como si nada ocurriera, para que después pase como con Bin Laden, que le dio su móvil a su guardaespaldas y al que detuvieron fue a éste.

Y con tanta noticia, y con tanto chapapote, nadie se ha dado cuenta, pero Floriano se ha licuado. Como suena. No ha trascendido, pero fue Angulo a verlo y preguntando dónde estará. Y de pronto, una voz salió de una jofaina gritando, no eso de venganza y guerra, sino:

--Leche, Rafa, que me he licuado...

--Joder, dijo Rafa, y con razón.