Después de la lección de la segunda guerra mundial, parece que la humanidad no ha aprendido lo suficiente de los dramas que suponen las guerras. Desde entonces, hemos sido testigos de auténticos genocidios y limpiezas étnicas. Como ejemplo, desde el genocidio de Ruanda pasando por la limpieza étnica que tuvo lugar a las puertas de Europa, en Srebrenica, hasta las actuales masacres en Yemen o Siria, estas últimas transmitidas por las redes sociales, casi de forma instantánea, a pesar de los intentos de silenciarlas. Desde que el conflicto sirio ha entrado en un callejón sin salida, se han producido masacres y desplazamientos masivos de millones de personas que huyen de una muerte segura en busca de un refugio. Como en todo conflicto bélico, la mayoría de las víctimas son civiles. El último foco sobre el cual están cayendo toneladas de bombas es la ciudad de Guta. Nos llegan imágenes de un auténtico drama humanitario. Son las guerras de la vergüenza en pleno siglo XXI. La historia no nos perdonará nuestra pasividad e indiferencia. Quizás en unos años estemos lamentándonos por no haber hecho lo suficiente para parar estas masacres, de la misma forma que nos hemos lamentado y culpado por no haber actuado a tiempo para detener genocidios como el de Ruanda o el de los Balcanes. Pero ya será tarde, y nuestra era pasará a formar parte, una vez más, de la historia negra. ¿Hasta cuándo debe durar esta guerra llena de dolor y sufrimiento humano? ¿Qué tiene que pasar más para que los organismos internacionales detengan de una vez por todas esta auténtica vergüenza? Siria se desangra y el mundo o la comunidad internacional no puede seguir permitiéndolo.

REDES SOCIALES

‘Trolls’ que son políticos

Javier Llambrich

Castuera

Me hace gracia cuando los políticos hablan de los trolls y el anonimato en las redes sociales porque, en mi experiencia, los más groseros, faltones y maleducados en las redes han sido ellos mismos. En sus cuentas de Twitter, muchos insultan y faltan al respeto a todo aquel que cuestione sus palabras u ofrezca argumentos en contra. Jamás he visto a ningún político debatir en Twitter, pero muchos me han lanzado improperios de todo tipo cuando les he interpelado. Claro que tienen el sentido común de mantenerse en el terreno de la ambigüedad, pero la falta de respeto está ahí. En mi experiencia, nuestra clase política carece de buenos modales para argumentar sus posiciones y, cuando dejan atrás la caracterización ante las cámaras y muestran su verdadera cara, eso queda muy claro, lo que me hace preguntar por qué votaríamos a gente tan falta de decencia y buenos modales. Los interminables casos de corrupción deben ser el resultado natural de que los gobernantes carezcan de decencia. Probablemente, los políticos entienden tanto del troleo en internet porque son los primeros que se dedican a ello.

PENSIONES

La gran preocupación

Cristina Casals

Cáceres

El aumento de la esperanza de vida y la caída de la natalidad han provocado que la pirámide de población se invierta, por lo que cada vez hay menos personas en edad de trabajar que deben soportar a más pensionistas con sus ingresos. Los trabajadores tienen que financiar las pensiones de los mayores y ahorrar para que su nivel de vida no se desplome al jubilarse. Durante la crisis, los pensionistas sortearon las recesiones gracias a sus prestaciones y muchos sustentaron a sus familias. Si no hay una reforma del sistema de pensiones que garantice que la prestación crezca en línea con el salario medio, la pobreza se generalizará y los jóvenes deberán mantener a los mayores.