Es casi obligado continuar con esta tradición anual, a la vista de que el año pasado los aciertos estuvieron muy por encima de los errores: aumento de las víctimas de violencia machista, imposibilidad de gobernar España sin grandes acuerdos, consolidación de la ultraderecha bajo la sombra reunificadora de Aznar, empeoramiento del problema catalán, nuevos proyectos en el espacio de la izquierda al margen de PSOE y UP, y crecimiento de la polarización política mundial. Todo ello quedó escrito en este mismo espacio el 18 de diciembre de 2018, y así ha sido. Me equivoqué en el presagio de un nuevo referendo sobre el brexit, aunque esa historia aún no ha terminado. Vamos con 2020.

1. Las víctimas por violencia de género seguirán estando en cifras parecidas, y tiendo a pensar que en aumento. La razón es sencilla: si ante un mismo problema se siguen aplicando las mismas recetas, el problema nunca irá a mejor. Además ahora la ultraderecha rema en dirección contraria. Mientras la frivolización política no sea sustituida por decisiones acertadas, tendré que escribir todos los años este mismo párrafo, y todos los años acertaré.

2. La crisis de gobernabilidad española —que es ya una gran crisis política y casi una crisis de Estado— va a provocar más víctimas políticas además del ya retirado Rivera. Creo que en el imaginario de la opinión pública se consolidará la idea de que contamos con liderazgos inmaduros e incapaces, y lo más probable es que irrumpa alguien con más edad y experiencia que empiece a revertir el repentino rejuvenecimiento de la política española.

3. El problema catalán, como ya he escrito en otras ocasiones, solo puede ir a peor en el marco actual. Y así será también en 2020. Este asunto requiere de decisiones radicales —en el sentido de ir a la raíz de la cuestión— y no de regates cortos, tácticas de juguete y meras estrategias electorales. Si no se asume como un problema de Estado y se toman determinaciones difíciles pero necesarias, Cataluña seguirá siendo el agujero negro (aún más negro) de la política española.

4. La Segunda Transición, de la que algunos llevamos hablando diez años, se tiene que empezar a abrir camino si no se quiere poner al Estado español en riesgo cierto. Dudo que 2020 sea el año en que la idea se consolide —aunque podría ser inevitable— pero lo que me parece muy probable es que, como mínimo, se den los primeros pasos en esa dirección.

5. Europa será, más que en años anteriores, foco y centro de la política internacional. El desafío del brexit, el órdago independentista catalán, la incipiente crisis económica que puede llegar cuando los efectos de la anterior siguen vigentes, los riesgos de inestabilidad de los grandes bloques (EEUU, China y Rusia) y las decisiones pendientes sobre asuntos relevantes que afectan a las administraciones de los Estados miembros, harán de 2020 un año en el que se hable de la UE en términos de proyecto fracasado o de solución de futuro.

6. Los amos del mundo son conscientes de que el sistema capitalista pende de un hilo, y no parece razonable que se estén quietos. Se está gestando algún acontecimiento a gran escala que será una bisagra sistémica. Aunque no es fácil concretar si será en 2020 cuando lo veamos, creo que el tiempo se acaba y que el capitalismo tendrá que decidir si muere matando o si prefiere aflojar las manos del cuello de las clases precarias.

7. La tecnología nos ofrecerá logros sorprendentes, y se colocará una piedra más en los cimientos de la discusión sobre la hibridación del ser humano y la máquina. La investigación genética, la mejora de la conexión en red y nuevos avances técnicos obligarán a profundizar en el necesario debate ético sobre la especie humana.

8. España tendrá mucho que decir sobre América Latina, a la que miramos siempre con el rabillo del ojo, con una mezcla de paternalismo y condescendencia. Los países latinos se van a convertir en actores protagonistas de 2020 y el resto del mundo, singularmente España por sus raíces comunes, no tendrá más remedio que opinar al respecto.

9. La polarización política, en España y fuera, seguirá en aumento. Las ideologías se seguirán reformulando y extremando.

*Licenciado en Ciencias de la Información.