El disidente cubano Guillermo Fariñas se encuentra en estado crítico después de llevar 127 días en huelga de hambre y alimentarse sucintamente por vía parenteral. Fariñas ha comprometido su vida para que presos de conciencia cubanos que se encuentran enfermos sean excarcelados, un movimiento que las autoridades cubanas no dan muestras de aceptar.