La confianza en las instituciones se agotó; no ahora, hace ya tiempo: lo demostró el movimiento de indignados 15-M. Así, es más que pertinente que el propio presidente del Gobierno de Extremadura plantee una reforma electoral con listas abiertas, limitación de mandato y rebaja del umbral de acceso a la Asamblea. Veremos si los partidos están o no carcomidos cuando si se superan los 39 votos necesarios. E instar a que el Gobierno y el Parlamento centrales hagan lo propio.