Tras los recortes en becas, profesorado, transporte, comedores o material escolar, el Ministerio de Educación cierra el programa de pueblos abandonados, que ha llevado a dos mil escolares al año a Granadilla, pueblo cacereño que tras ser expropiado y abandonado para construir la presa Gabriel y Galán --no se anegó y es conjunto histórico artístico--, ha servido para enseñar a los jóvenes la vida rural al tiempo que lo rehabilitaban y dinamizar la zona ¿Otra joya a la basura?