Con la renuncia de Celdrán y su relevo en la alcaldía por Francisco Javier Fragoso , se abre una novedosa etapa en el consistorio pacense, en la que el nuevo alcalde, una vez tome posesión, tendrá que asentarse como líder tanto del partido, que ya preside, como del gobierno; pues su faceta de gestor la ha puesto de manifiesto en las áreas de las que se ha ocupado. Son dos personalidades distintas, dos estilos diferentes, con un mismo ideario. Fragoso y Badajoz merecen toda la suerte.