Con "ilusión" y "cierto vértigo" afronta Fragoso la Alcaldía de Badajoz, que acabará por llevar su impronta. Y es de esperar que así sea. A la ilusión que se espera de un alcalde novel, une la experiencia y conocimiento del gobierno municipal de una ciudad que conoce bien, también en el ámbito político. De ahí que niegue que el relevo sea una estrategia, sin embargo eso es difícil de mantener cuando la realidad es de todos conocida, aunque sí es cierto que la decisión no era del PP, ni suya.