Si Gómez Yuste conoce la filtración del examen de la ESO de los mil euros en internet e informa a Educación y luego lo cuelga en su red social, cumple con su deber de control, de denuncia y de lealtad institucional sin restarle un ápice a su labor. Mas si lo cuelga antes del examen, no es más osado; es más torpe. Cierto que la denuncia de Nogales suena a amenaza, que lo es. Ahora la fiscalía debe investigar no ya quién lo difundió cuando estaba en la calle, sino quién y de dónde parte la filtración.