TEtl diario Gara ha proporcionado el documento emanado de la reciente Asamblea General de Batasuna, en la que participaron 300 personas, y que ayuda a entender el momento político de Euskadi. La primera comprobación que arroja es que Batasuna es y quiere seguir siendo una fuerza de primera importancia, y que no hay ilegalización que la detenga en tales propósitos. "Se han dado pasos para superar el ciclo de la ilegalización", asegura. Y afirma, además, que ha logrado colocarse en el centro del debate, una posición, a su juicio, que le ha permitido desgastar el plan Ibarretxe y condicionar los proyectos del PNV. El documento sostiene que nadie le niega ese papel imprescindible como interlocutor para la resolución de lo que, tanto ETA como Batasuna, vienen llamando "el conflicto vasco", es decir, el terrorismo. Y añade que tampoco nadie le podrá negar su condición de representante político de los abertzales de izquierdas y, por consiguiente, nadie le podrá sustituir en esa mesa de diálogo que trata de poner en marcha el lehendakari Ibarretxe . Hechas esas insistentes afirmaciones de identidad y de influencia, Batasuna se refiere al momento político y sus peculiares circunstancias: "Estamos --afirma-- en la antesala de unos cambios políticos". Hace referencia a la reiterada sospecha de que "algo puede estar tramando" ETA en tal sentido: "El anuncio de ETA de que está intentando abrir un proceso de negociación con los gobiernos de España y Francia se convertirá en un activo importante", asegura Batasuna. En otro párrafo posterior, hace una referencia expresa a las dificultades que plantea la "intensificación de la línea represiva del Estado francés".

También se jacta de que "el diálogo y la negociación entre agentes vascos que se propuso en Anoeta ya están en marcha". Vuelve a autoelogiarse al proclamar que, en aquella propuesta del Velódromo, "se quedaron cortos", y que no respondía a un análisis coyuntural, sino a una perspectiva profunda y a largo plazo. "Se está jugando en el terreno que marca la izquierda abertzale", vuelve a autocomplacerse..., antes de subrayar la necesidad de alcanzar unas bases sólidas que ofrezcan oportunidades para dar nuevos pasos encaminados a lograr dos objetivos: la autodeterminación y la territorialidad. Y para ello reclama organizarse y buscar la activación de la base social.

De manera que ahí están las aspiraciones batasunas y sin duda etarras: autodeterminación y territorialidad. Sin que se especifique más en qué consisten ambas pretensiones, o lo que es lo mismo, qué clase de cesiones aspiran a conseguir del Gobierno español a cambio de la tregua etarra que vienen a sugerir.

*Periodista