Para acabar con la preocupación del sector inmobiliario por el frenazo en la venta de viviendas, tengo una solución: reducir el precio de los pisos aproximadamente un 50%. Esta medida seguro que desbloquearía el mercado. En su día los precios ya subieron este 50% (y a veces más), así que, todo lo que sube puede bajar. Cuando se incrementaron hace unos años, no se oyeron voces públicas de queja y menos aún de los que han hecho su agosto durante estos años. Me parece lógico que ahora que el sector inmobiliario se ve obligado a bajar precios, aquellos que han disfrutado del margen descomunal de beneficios agradezcan el golpe de suerte, dejen de quejarse si la situación económica ha cambiado y se adapten a los tiempos que corren. La vivienda no es un producto de lujo, sino de primera necesidad. Parece que es necesario recordarlo. Además, está recogido en la Constitución española como un derecho, según el artículo 47: "Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación". ¿Alguien se ha planteado si es ético enriquecerse a costa de vender, a un precio excesivo, un producto de primera necesidad? ¿O es que la ética ya ha dejado de importar a gobernantes y promotores? Los precios deben bajar más, y un ciudadano tiene el derecho de poder acceder a la compra de un piso con una hipoteca aceptable.

Neus Guinovart **

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