Acaba de estrenar su candidatura en lista del PP a la concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento de Madrid, pero le preguntan sobre Irak. No en vano es la esposa de Aznar. Y ella, Ana Botella, no deja solo al presidente. "¿De verdad creen que en España está la gente tan obsesionada con ese tema?", preguntaba a sus entrevistadores, en El País. Opina que eso ocurre "sobre todo en Madrid", pero que en otras ciudades las cosas se ven "con menos intensidad". La guerra, un repaso al Prestige.. ¿"Por qué no hablamos de algo bueno que haya hecho el PP?", se queja.

Otra candidata, esta vez a la alcaldía, esta vez del PSOE, Trinidad Jiménez, ha dicho que no le gusta la bandera de la plaza de Colón. Y eso Alfonso Ussía no se lo perdona. "Doña Trini --decía en Abc -- cree aún que los desafectos a la bandera de España garantizan progreso". Pero es en el cuello de Mendiluce donde hinca el diente: "El ayer socialista y hoy "verde" ha prometido que (si gana) luchará por arriar la ´polémica´ bandera para sustituirla por la enseña gay. Dice representar a los homosexuales y les niega su derecho a sentirse españoles".

Y concluye: "Decir nacionalismo español es un contrasentido, porque el nacionalismo (...) es exclusión de ombligos ajenos e imposición de culturas locales. Nación es otra cosa, más grande, más generosa y rotunda. Y esa nación tiene una bandera. Y (en la plaza de España) ondea una hermosísima bandera que a mí se me antoja pequeña para lo que representa. Y doña Trini nos la quiere guardar en el armario del que ha salido recientemente Mendiluce". Cruel.