Ejemplo de pluralismo en las ondas. En la COPE, dijo Federico Jiménez Losantos: "Ibarretxe y Rovireche --alusión al segundo apellido de Carod-- son dos frentes que obligarían a un gobierno de unión nacional" (española, claro). Lo había apuntado antes Pedro J. Ramírez: "La opción que puede dar estabilidad a la situación inquietante podría ser el pacto CiU-PSC, que pasaría porque Maragall se fuera a su casa". Para Amando de Miguel el problema era otro: "El esquema de partidos de Cataluña es ingobernable, como el de Israel y el del País Vasco, donde hay líneas nacionalistas y no de intereses de clase". Luis Herrero afinó: "CiU es suficientemente pragmática para distraer hasta marzo. Su cabeza de lista para las generales es Duran Lleida, que quiere ser ministro, sin disimulo".

En Onda Cero, más. José Antonio Vera: "El PSOE apoyará que CiU gobierne en solitario". Cristina Alberdi: "Hay abandono de las señas de identidad socialista. El pacto con ERC nos perjudica cara a las elecciones de marzo". Carlos Rodríguez Braun: "Estar en manos de un independentista como Carod me parece peligroso para la libertad" (de mercado, claro). En Radio Nacional, Fernando Jáuregui se desmarcó ("la alianza de ERC con CiU le conviene al PSOE"), pero le acallaron. Encarnación Valenzuela avisó: "Pese a Carod, todo se hará en función de las elecciones generales de marzo". Justino Sinova insistió: "Carod es una bomba para quien pacte con él", y Juancho Armas Marcelo se pasó varios pueblos: "Los hay que quieren que esto se convierta en Yugoslavia".