XPxertenezco a una generación que ha sido protagonista y sufridora de los mayores cambios sociales y de valores que jamás han existido y a la mayor velocidad que una sociedad los ha llevado a cabo. El mayor insulto que le podías decir a un varón de esa generación en su infancia era mariquita .

En la adolescencia maricón. Incluso ser amanerado estaba mal visto. Fue educado para ser un ejemplar macho ibérico. Por muchas amistades que tuviera nunca encontraría una pareja que no estuviera compuesta por un hombre y una mujer. Eso era lo natural . Lo otro era vicio, perversión o enfermedad. En unos años se ha visto obligado a variar sus criterios y ha llegado a aceptar teóricamente que algunas personas tengan una opción sexual distinta a la suya. De ahí que si en estos momentos alguno de sus hijos le confiara que es gay recibiría el mayor disgusto de su vida. Porque estaba preparado para aceptar la homosexualidad de cualquier persona pero no la de uno de sus hijos. Había previsto para él cualquier opción vital excepto esa. ¿Cómo es posible? ¿Qué ha hecho mal? ¿Acaso no le ha educado como al resto de hijos? Nunca se le ha detectado enfermedad alguna, su conducta es ejemplar en los estudios, en el trabajo, con las amistades. Es apreciado por la gente, valorado. Es cariñoso, bueno. Es listo. Tiene todo lo que uno quiere ver en sus hijos. Pretende encontrar una causa o un culpable y no los encuentra. Lo quiere entender y no puede. Y sin embargo lo tiene que aceptar. Porque es su hijo, aunque sea maric... Bueno, gay.

Como es lógico, el chiquillo le dirá el nombre de su pareja y le anunciará la intención de irse a vivir juntos. Eso sí, cuando reúnan el dinero necesario para comprar piso. Si él le hubiera dado tales noticias a su progenitor le habría echado de casa al instante. Pero él se ha esforzado en ser otra clase de padre. ¿Cuánto tiempo tardará en adelantarle, prestarle o regalarle el dinero? Porque al fin y al cabo es su hijo y no es un enfermo, ni se trata de un pervertido ni de un sinvergüenza. Es un chico como los demás en todo. Bueno, en casi todo. ¿Debe condenarle por ese casi que no sabe a qué se debe, pero desde luego no es por falta de educación, ni por enfermedad, ni por vicio? ¿Tendrá menos derechos que el resto de sus hermanos? Puesto que se trata de un padre al uso, es decir, muy protector de sus hijos, luchará para que su hijo sea aceptado y respetado por la sociedad tal y como es. Por lo tanto querrá para él los mismos derechos que tienen el resto de personas y, obviamente, de parejas. ¿Acaso consentirá que su hijo, ese chico tan normal, tan bueno, tan trabajador, con un buen puesto de trabajo, en fin su hijo, no tenga derecho de viudedad, de ayuda a la vivienda, de herencias, de reducciones de impuestos por familia y de cuantos beneficios pueda tener cualquier pareja? No le importa mucho el nombre que le den a esa pareja pero desde luego no aceptará que el nombre signifique discriminación y mucho menos incriminación. ¿Es que su hijo es un criminal, un pervertido, un enfermo contagioso? ¿Tan perversa es su opción sexual que nadie quiere compartir nombre con ella? Por otra parte está seguro de que si tuviera un niño en adopción le educaría mucho mejor que la mayor parte de sus conocidos, cuya idoneidad para ser educadores es muy discutible y nadie discute.

Y si el padre desea todas esas cosas y otras muchas más para su hijo ¿no las habrá de desear para los hijos de los demás? De lo que haría la madre ya ni hablamos.

*Profesor