Les confieso que la letra que me tiene preocupado es la del piso, y no si al himno le ponen letra, le cambian la música o lo dejan como está. Pero se equivocan quienes piensen que se puede consensuar una letra que nos una a todos los españoles.

¿Por qué razón íbamos a estar de acuerdo en la letra si no lo estamos en el espíritu? A este país no lo une ni la madre que lo parió. A este país no lo une ni Dios. Bueno, Dios no sé; pero, los que seguro que no favorecen esa unión son algunos de sus embajadores en la tierra.

Tal y como anda últimamente el país, yo creo que lo mejor es dejar las cosas como están; pues, seguramente, no hay mejor letra que la que queda por escribir. Y, puesto que lo nuestro no es el consenso, dejemos que cada uno entone su canción o tararee su propia intransigencia.

Pedro Serrano Martínez **

Correo electrónico