Clama el papa Francisco que "la Corte del Vaticano es la lepra del papado". "La codicia infame nos está devorando", denuncia Rosendo . El primero insiste en buscar aires nuevos para la vieja Iglesia. El segundo, que a los sesenta años presenta su disco "Vergüenza torera", en el país de la fiesta donde se hace política con la fiesta, reivindica su jerga taurina: "Seguramente me tacharán de cualquier cosa por usarla, pero mi opinión es que en los toros hay arte".

Personajes distintos y distantes. No sé si ingenuos. Espontáneos. Sinceros. Entrañables. Valientes. Lenguaje similar, pese a la lejanía. Metáforas, hipérboles. Y también el grito de la calle: "¡Qué mierda de país!" canta el cantante. "La Curia es vatino-céntrica" pontifica el Pontífice. Y en esta tarde otoñal, lluviosa y melancólica me da por pensar que no solo hermana a seres tan dispares la portada de un periódico, sino el uso de un lenguaje duro, directo, veraz, que por momentos suena urgente e irascible. También algo iracundo. No están los tiempos para paños calientes. Tan lejos y tan cerca un papa argentino y el último roquero se hermanan en estos tiempos difíciles de llanto, lamento, queja y congoja.

También --y no se pasmen-- me han traído ecos de Soraya Rodríguez , por lo hiperbólico. La apasionada portavoz acostumbra a verlo todo mal. Es lógico pues su papel consiste en oponerse al Gobierno. No es obispa ni cantante, sino representante del pueblo. Dueña de una oratoria poco correcta suele enfadarse mucho y argumentar poco.

Sin embargo esta vez, a propósito de los presupuestos que para Montoro son los del rigor, la austeridad y ¡paradoja!, el crecimiento, le ha sobrado con una metáfora: ¡Son una indecencia! Y aunque no predique, ni entone una canción de protesta, su lamento es también duro, urgente, irascible, iracundo. Y ahora justificado. Los ancianos ven cómo hipócritas tecnicismos de "subida mínima" y "factor de sostenibilidad" camuflan la merma de su sustento. Lepra, codicia infame, indecencia. Juzguen ustedes. ¿Hipérboles y metáforas pomposas o verdades como puños?