En estos días los bancos y algunas constructoras en unión de entidades bancarias echan humo. Se trata de inventar nuevas fórmulas para que la demanda de hipotecas no caiga drásticamente. Las fórmulas mágicas pasan por ofrecer a los clientes hipotecas referenciadas a un euribor negativo. Es decir que reste. La preocupación por la bajada en el número de hipotecas nuevas que se están firmando está, sin duda, en el origen, de estas ideas pseudomágicas. Pero como siempre hay que decir que cuidado con las alegrías que este tipo de componendas te pueden dar el primer año o los primeros de la hipoteca. Luego pueden venir los sustos. Las fórmulas magistrales no existen en banca, si no son para que la banca gane . Es lo de siempre: nadie da duros a pesetas.

Es obvio que desde que los tipos de interés están en subida, la contratación de hipotecas está sufriendo un espectacular retroceso, mientras suben mucho las renegociaciones de plazo. La subida del euribor, que no para, está poniendo en serios aprietos a muchas familias españolas. El poder adquisitivo de los salarios cae, los precios de los productos básicos son los que más han subido y los presupuestos familiares están bastante comprometidos.

La economía crece a tasas espectaculares y el empleo aún marcha. Sin embargo, las alertas de un cambio en esta situación son cada vez más sonoras y luminosas y precisamente por los problemas derivados de la vivienda, del sector de la construcción. El efecto riqueza si los precios caen de forma abrupta --y ya hay datos que avalan esta tesis-- mermará y con ello las expectativas de la mayoría de los españoles. No se ve además en el horizonte de forma clara que otro sector, como el exterior, pueda tomar el relevo de la construcción. Es época de hacer muchas cuentas y de estar atentos a los análisis que nos hacen los expertos desde dentro y desde fuera.

*Periodista